XXXVIII Congreso del PSOE. Nada Nuevo Bajo el Sol
No tenía muy claro cómo empezar este artículo, así que me dispuse a ojear los sitios web de Rubalcaba y Chacón, con la finalidad de encontrar un buen principio para este texto. Vaya si lo encontré. La primera página a la que le eché un vistazo fue a la de Alfredo Pérez Rubalcaba y, nada más entrar, me llamó la atención un cartel que rezaba “+Socialismo”. En parte es entendible que Rubalcaba diga que quiere más socialismo, pues un PSOE menos socialista de lo que ya es sería una imposibilidad solo comparable con resucitar a los muertos (en este caso, resucitar los principios del PSOE, muertos a manos de Felipe González en el 38 Congreso del Partido).
Es bastante divertido (dicen que en estos casos es mejor reír que llorar) ver como Rubalcaba y Chacón se intentan vender como adalides del progresismo, como los renovadores que empujarán al PSOE hacia una política de izquierdas, alejándoles de las medidas que les llevaron al devastador resultado del 20N. Los dos olvidan que ambos fueron ministros con Zapatero, que ambos fueron participes de las políticas absolutamente neoliberales que éste practicó. En aquella época, ninguno protestó por el aumento de la edad de jubilación, la reforma laboral, la subida del IVA…Ni si quiera se quejaron de que, mientras el gobierno sometía a los trabajadores a todas estas penalidades, entregaba dinero a la banca, la gran causante de la crisis. Ahora, quieren mostrarse como los defensores de los desvalidos, los grandes líderes del progreso y del cambio. ¿Por qué tienen ahora tanta necesidad de cambio en España, si solo hace un mes que no están en el gobierno? ¿Es que no han tenido tiempo en ocho años para llevar a cabo todas esas propuestas?
Otra cuestión que debería plantearse cualquier ciudadano inteligente es cuáles son las diferencias entre Chacón y Rubalcaba, ya que éstos parecen haber dividido a la militancia socialdemócrata en dos proyectos. Pues bien, después de revisar a fondo las páginas de ambos candidatos, de leer sus intervenciones, y de descifrar sus eslóganes (+Socialismo en el caso de Rubalcaba, Mucho PSOE por hacer en el caso de Chacón), se llega de forma inevitable a una conclusión inequívoca: no existe diferencia alguna entre ambos candidatos. ¿Cuál es entonces la finalidad de este congreso? Pues sencilla y llanamente hacerle un lavado de cara al PSOE, para que el próximo líder del partido pueda hacerse pasar por izquierdista, por progresista, o simplemente, por alternativa al modelo de Rajoy, es decir, al modelo que ellos mismos desarrollaron durante 8 años de gobierno. Puede parecer que esta conclusión podría ser suficiente para poner punto y final a este análisis del proceso de primarias del PSOE, al quedar al descubierto que no es más que una pantomima, pero resulta que los comicios internos de los socialdemócratas son como las muñecas rusas, pues dentro de este macrofraude, hay una gran cantidad de fraudes más pequeños.
Por un lado tenemos la campaña de Rubalcaba. Hay una serie de puntos a destacar en el llamado Discurso de las Ideas, de Pérez Rubalcaba. En él, el político cántabro afirma que tiene un vivido recuerdo de dos congresos, uno de los cuales fue Aquél en el que Felipe González nos convirtió en un partido de gobierno, y fue la antesala del triunfo electoral, el del cambio. Dicho de otro modo, aquel en el que Felipe González consiguió obligar al partido a cambiar de ideología, a abandonar sus ideas, con el fin de ganar las elecciones. Esta podría ser, en parte, la explicación al +Socialismo del eslogan de Rubalcaba: Con tal de obtener el poder, el PSOE es capaz de abandonar y recuperar el socialismo a su antojo. De ser así, sería desde luego, una política tremendamente oportunista, pero, al menos, serviría para volver a ilusionar a los socialistas desencantados por el PSOE. Pero no saquemos conclusiones precipitadas. Si seguimos leyendo, nos encontramos con párrafos como este: Y lo que no podemos ahora es olvidarnos de nuestro programa. No podemos hacer de Groucho Marx. ¿No les gusta nuestro programa? Pues aquí tenemos otro. ¿En qué quedamos, Alfredo?
Pero la candidata catalana no se queda lejos en lo que a demagogia se refiere. Del manifiesto Mucho PSOE por hacer, destaca la siguiente frase: Lo importante para nuestro futuro no es quién, sino en qué y por qué nos equivocamos. Después de esto, uno espera que venga una autocrítica. Tal vez una autocrítica sincera, tal vez una autocrítica falsa, pero una autocrítica. Podemos esperar sentados. A pesar de que el texto está lleno de enunciados como éste, no hay ni una sola crítica a las políticas neoliberales del gobierno de Zapatero, al contrario, el texto está lleno de justificaciones de estas medidas. Frases como “el adverso entorno económico internacional ha erosionado el crédito de nuestras políticas entre los ciudadanos”, son abundantes en el documento. Lo más parecido a una autocritica que se puede encontrar en el texto, son enunciados como este: “Cuando aplicamos, ciertamente obligados, políticas contra la crisis ajenas a nuestra orientación ideológica y a nuestros valores, perdimos otra parte de nuestro crédito”. De nuevo, cada intento de autocrítica se transforma en una justificación ¿Y esta es la candidata que apoyan los ya casi inexistentes sectores izquierdistas del PSOE?
Por tanto, no existe atisbo de cambio, autocrítica, o relevo generacional en el próximo congreso del PSOE. Ante esta situación, cabe preguntarse qué está esperando la corriente crítica Izquierda Socialista para romper con el PSOE, al igual que lo han hecho las corrientes socialistas de izquierda del Partido Socialista francés o del Partido Socialdemócrata Alemán. Ahora, en plena refundación de la izquierda, y ante la grave crisis de la socialdemocracia un Parti de Gauche o un Die Linke sería muy útil en las filas de la izquierda española.
Publicado también en http://www.cronicapopular.es/?p=7335
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