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El Blog de Fran Rey

Historia del Socialismo Español

Historia del Socialismo V: El Socialismo Hoy

Ante la derechización del PSOE y la pérdida de un referente de izquierdas, varios partidos de ideología socialista, comunista, o republicana de izquierdas, se reunieron para fundar el 27 de Abril de 1987 una coalición electoral que luchase contra las políticas derechistas del PSOE. Así fue como nació Izquierda Unida. Los partidos que fundaron aquel movimiento político y social que luchaba (y sigue luchando) por una sociedad más justa, democrática, libre e igualitaria, fueron los siguientes: Partido Comunista de España (PCE), Partido de Acción Socialista (PASOC), Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC), Izquierda Republicana (IR), Federación Progresista (FP), Partido Humanista,  Partido Carlista, Partido Comunista de los Pueblos de España, y el Colectivo de Unidad de los Trabajadores-Bloque Andaluz de Izquierdas (CUT-BAI). De esta forma los socialistas encontraron una nueva casa, junto a los comunistas y los republicanos de izquierdas.

Izquierda Unida consiguió rápidamente que comunistas y socialistas aumentaran notablemente su presencia en las instituciones.  Así el PASOC conseguiría dos diputados en las cortes, un eurodiputado, diputados autonómicos en Asturias, Madrid y Andalucía, y múltiples concejales repartidos por toda España.

En 2001 el Partido de Acción Socialista abandona Izquierda Unida, debido a las discrepancias del PASOC con el coordinador de IU, Gaspar Llamazares. No serían los únicos, ya que Izquierda Republicana y otras formaciones irían abandonando IU por aquellas fechas. No obstante, no todos los militantes del PASOC abandonaron la coalición, algunos se quedaron dentro de IU, creando corrientes de ideología socialista, pero no se volvió a crear un gran partido socialista a nivel nacional dentro de Izquierda Unida.

El PASOC continuó su trayectoria en solitario, presentándose a varias elecciones. En 2004 se presentaron al senado en coalición con Izquierda Republicana, bajo el nombre de Coalición Republicano-Socialista. No obstante, el PASOC va poco a poco disipándose, hasta que un día simplemente deja de existir. No hubo un adiós, no hubo un comunicado de disolución, simplemente no se volvió a saber más del PASOC como partido, pero pudimos ver a alguno de sus miembros (como Andrés Cuevas González, último presidente conocido del partido) presentarse en listas municipales de IU.

Tras el éxito de Die Linke (La Izquierda), partido alemán de ideología socialista, el socialismo democrático comenzó a extenderse como ideología base por todos los partidos de izquierdas de Europa. Así, Izquierda Unida defendía en sus estatutos el socialismo democrático, y en Francia nacía en 2008 el Parti de Gauche (Partido de Izquierda), también de ideología socialista.

Esta es la historia del socialismo en España. Una historia con unos principios humiles, un pasado glorioso, un presente con bastantes dificultades, y un incipiente futuro que parece cada vez más prometedor.  No obstante, sigue siendo necesario un partido que, en el seno de IU, rescate las ideas de Pablo Iglesias. Los socialistas de verdad, los de izquierdas, los de Marx, Engels, Pablo Iglesias, Salvador Allende y, por qué no decirlo, los que congeniamos con los nuevos socialistas europeos como Oskar Lafontaine, seguimos deseando que se geste un nuevo Partido Socialista, heredero del PSOE de Pablo Iglesias y del PASOC, que luche junto a las demás organizaciones que componen IU por derribar el capitalismo y por construir una democracia plena.

 

Y con esta entrega, termino mi Historia del Socialismo Español.

Historia del Socialismo IV: Y Felipe destruyó el Partido Socialista.

En 1974, en el congreso de Surenses, se produjo la división del partido en dos: los renovados que eligieron como líder a Felipe González (antiguo miembro de las franquistas Juventudes de Acción Católica), y los históricos que rechazaron la validez de la elección y continuaron con Rodolfo Llopis como líder del partido.

La llegada de las elecciones de 1977 pilló al PSOE en medio de esta división. Como consecuencia, por aquella época había dos partidos que se autodenominaban Partido Socialista Obrero Español, el renovado de González, y el Histórico de Llopis. Los dos se presentaron a los comicios, pero el primero tenía el apoyo económico de la CIA, el SPD alemán y el Partido Demócrata de los EE. UU. y el segundo contaba sólo con las cuotas de sus militantes. Era inevitable que el PSOE renovado se hiciera con el voto socialista, y el histórico tuviese pésimos resultados, como así fue. La UCD gana esas elecciones con 166 escaños, por detrás queda el PSOE renovado, con 118, en tercera posición quedó el PCE, con 19 diputados,  y en quinta posición (por detrás de la Alianza Popular de Manuel Fraga) la coalición PSP-US, con 6 escaños. Obtienen también representación un amplio abanico de partidos nacionalistas. Los renovados habían conseguido ser la segunda fuerza política, mientras que los históricos quedaban fuera del parlamento, el histórico Partido Comunista, que había sido el partido que más había combatido la dictadura franquista, quedó en un tercer puesto.

En Mayo de 1979 se celebra el XXVIII congreso federal del PSOE, en el que Felipe González propone que el partido abandone el marxismo. En palabras de Felipe González “Si alguien me dice que hacemos esto porque queremos ocho millones de votos, le diré que sí, que queremos y necesitamos ocho millones de votos. No tengo inconveniente en que se me llame socialdemócrata.” La militancia socialista se indignó ante tal despropósito, y los argumentos de González fueron desechados. Como dijo Pablo Castellano durante aquel congreso: “Renunciar al marxismo significa renunciar el sentido revolucionario del partido de Pablo Iglesias”. El congreso termina con el PSOE aún marxista, y Felipe, que no se resigna en sus pretensiones de hacer que el PSOE abandone sus principios, dimite como secretario general  a modo de  “últimatum”.

Tras la dimisión de González, una gestora se hace cargo del partido y convoca un congreso extraordinario para solucionar la crisis. Las principales cabezas del sector crítico con Felipe, la izquierda del partido, comienzan a reunirse para postular una posible candidatura, alternativa a la de González, que represente los ideales marxistas del PSOE. Se estaba hablando de presentar a Tierno Galván como candidato a la secretaría general, cuando le llegó un mensaje de la embajada americana que alertaba sobre un posible golpe de estado si de aquel congreso salía una ejecutiva escorada hacia la izquierda y dirigida por él. Simultáneamente, el Partido Socialdemócrata Alemán advertía que “Si hay  marxismo, no hay marcos”. El efecto conseguido fue el deseado: se sembró entre los militantes socialistas el temor a un golpe de estado y al corte de financiación del partido, que podía hacer imposible que el PSOE derrotase a la UCD. Así fue como se consiguió evitar que los críticos presentaran una candidatura alternativa, siendo elegido de nuevo secretario general Felipe González. Y así fue como el PSOE dejó de ser marxista.

En 1981, el Ministerio del Interior del gobierno de Adolfo Suárez, decide reconocer las siglas del PSOE únicamente para el partido renovado que encabeza Felipe (ya sin marxismo), obligando al PSOE histórico a renunciar al nombre del partido de Pablo Iglesias. Finalmente, los históricos deciden renombrar al partido como Partido Socialista (PS).  Pasados los plazos legales para impugnar la inscripción, pero alarmados por al creciente activismo del Partido, el gobierno cancela su registro. El Secretario General manda una carta al Rey, de la que no hubo contestación, pero a los pocos días se restablecía el registro. Gracias a ello el Partido Socialista (PS) pudo entrar en la campaña electoral de octubre de 1982, y dado el número de candidaturas que presentaba en toda España se le otorgaron amplios espacios oficiales en los medios de comunicación. Sin embargo, el día de la votación, el 28 de ese mes, mediante telegrama de la Audiencia Nacional a los Colegios Electorales, se volvió a cancelar el registro del partido en lo que seguramente constituye un caso único en el mundo. Finalmente sería el PSOE el ganador de esas elecciones de 1982, que obtuvo la mayoría absoluta con 202 escaños. Tal vez los resultados habrían sido algo diferentes si el PS hubiera podido presentarse. Tal vez el PSOE no hubiera monopolizado el socialismo parlamentario, y hubiera tenido que gobernar de forma diferente. El caso es que no fue así, y el gobierno del PSOE no se caracterizó precisamente por ser un gobierno de izquierdas.

El 28 de Octubre de 1982, el PSOE gana las elecciones generales. Felipe González es elegido presidente y forma un gobierno lleno de figuras del felipismo. No aparece ningún representante del sector crítico, como Pablo Castellano o Gómez Llorente, pero sí que hay, en cambio, antiguos miembros de la UCD, como Fernández Ordoñez. El PSOE había llegado al gobierno prometiendo una gran cantidad de reformas sociales, como igualar la pensión mínima al salario mínimo o sacar a España de la OTAN. Pero, una vez en el poder, no hizo más que políticas de derechas (bajó las pensiones a la par que subían los precios y se mostró favorable a la permanencia de España en la OTAN, por seguir con los ejemplos anteriormente citados). Esto mostró un gran descontento entre sus bases y en especial en la corriente crítica Izquierda Socialista (formada en 1979 por los contrarios a abandonar el marxismo, y liderada por Pablo Castellano y Gómez Llorente). Como al PSOE le molestaba tener a un “pepito grillo” recordándoles el significado de sus siglas y las promesas electorales, Pablo Castellano fue expulsado (de forma antiestatutaria, por cierto), con lo que muchos militantes se dieron de baja del PSOE como protesta, ingresando junto con Castellano, en el Partido de Acción Socialista (PASOC), que era el nombre con el que los históricos habían logrado al fin inscribir su partido en el ministerio del interior.

A partir de este momento el PSOE ya no podía ser considerado un partido socialista, y su viaje hacia la derecha continuó hasta el día de hoy, siendo más que evidente su afinidad por las ideas neoliberales, la defensa del capitalismo salvaje, y un escaso carácter demócrata. Puesto que a partir de este punto ya no se puede considerar al PSOE como socialista, no continuaré hablando de él en esta historia del socialismo español, salvo cuando tenga que hacerlo para narrar algún hecho relativo al verdadero socialismo.

 

En la siguiente entrega: El socialismo después del PSOE. La integración de los socialistas en Izquierda Unida. El Socialismo hoy.

Historia del Socialismo III: Guerra y Dictadura.

En 1936, el Frente Popular ganó las elecciones. El Frente Popular era una organización heterogénea de diversas fuerzas de izquierdas que incluían a republicanos, socialistas, comunistas, y nacionalistas de izquierdas. La coalición izquierdista tenía un programa reformista, como la defensa de las reformas sociales del primer gobierno de 1931, que estaban siendo paralizadas o eliminadas por el posterior gobierno conservador. También surgía como respuesta para pedir la liberación de los detenidos y sometidos a proceso por responsabilidades en los hechos ocurridos durante la Revolución de Asturias en 1934 y ante el avance en Europa del fascismo de Hitler o Mussolini. En ese momento también en el vecino país de Francia gobernaba el Frente Popular Francés.
La derecha no aceptó la legítima victoria del Frente Popular en las elecciones y organizó un golpe de Estado el 18 de Julio que desembocó en la Guerra Civil. En la zona sublevada toda organización política que no perteneciera al movimiento nacional (FET de las JONS y el sindicato vertical) fue ilegalizada y perseguida, y sus militantes fueron brutalmente asesinados. En el bando republicano, Largo Caballero asumió la presidencia del gobierno en sustitución del republicano José Giral. Su oposición a ilegalizar el POUM, sumado a la tensión interna en el PSOE entre prietistas y largocaballeristas, terminó con la destitución de Largo Caballero de la presidencia del gobierno, que recayó en el Dr. Juan Negrín, también socialista. Negrín cortó los vínculos del gobierno con los anarquistas, afianzó las relaciones con los comunistas e inició un proceso para ilegalizar el POUM. Durante el juicio contra el POUM, Largo Caballero intervino posicionándose en contra de dicha ilegalización. 



El resultado de la Guerra Civil fue la victoria de los sublevados, que impusieron una dictadura bajo la figura del General Franco, el cual asumió la jefatura del estado, del gobierno, del ejército, y del partido único. Durante más de 40 años de terrible dictadura las fuerzas de izquierdas fueron duramente reprimidas. 

El PSOE siguió trabajando por la democracia desde el exilio. La nueva ejecutiva del partido se desvinculó del gobierno de Negrín,  e Indalecio Prieto se convirtió en la nueva cabeza visible del partido. Prieto trató de derribar el régimen franquista por la diplomacia, negociando con Juan de Borbón la posibilidad de la instauración de una monarquía parlamentaria con tal de que volviera la democracia a España. La conjura fracasó y el dictador siguió en el poder hasta su muerte.

Mientras tanto, en el interior de España, el PCE era prácticamente la única fuerza de izquierdas que hacía oposición al franquismo. Una de las labores más importantes de los comunistas en esta época fue la creación del sindicato Comisiones Obreras, que se infiltró en el aparato de los Sindicatos Verticales falangistas. Esto provocó la ira de los franquistas, que comenzaron a perseguir febrilmente a los posibles miembros de CC. OO., encarcelando a muchos de ellos, entre otros, su líder y fundador, Marcelino Camacho.

Historia del Socialismo Español II: El cisma socialista, la dictadura de Primo de Rivera, y la Segunda República.

En 1917, estalla la Revolución en Rusia. Por primera vez, las tesis revolucionarias de Marx cobran valor real y el marxismo llega al poder a través de una nueva concepción de éste, el marxismo-leninismo, que rescata el olvidado término comunismo y lo utiliza como cuña de su ideología. El Partido Comunista de la Unión Soviética convoca la III Internacional o Komintern, y en todos los partidos socialistas marxistas se abre el debate sobre su ingreso en ella. En el PSOE se realizan tres congresos extraordinarios para decidir su posible adhesión a la III Internacional. En el primero, la división entre partidarios y detractores es tan grande que se acuerda un aplazamiento de la decisión y se intenta la convergencia de ambas internacionales en una sola. En el segundo congreso extraordinario, el PSOE se muestra favorable al ingreso en la III internacional, pero no sin antes enviar a dos delegados a la URSS, que informarán de sus impresiones sobre la Rusia Soviética. Uno de estos delegados es Fernando de los Ríos que en su libro Mi viaje a la Rusia Soviética, cuenta como, cuando le preguntó a Lenin cuando se iban a restablecer las libertades en Rusia éste le respondió. ¿Libertad? ¿Para qué?. Tras la exposición de Fernando de los Ríos en el tercer congreso extraordinario del PSOE, los socialistas rechazaron las 21 condiciones de la III Internacional, permaneciendo en la segunda.

Lenin
No obstante, no todos los socialistas estaban a favor de esta postura. El 15 de Abril de 1920 la Federación de Juventudes Socialistas abandonó el PSOE y fundó el Partido Comunista Español. En 1921, una segunda escisión provocada por los últimos probolcheviques dio lugar a la fundación del Partido Comunista Obrero Español. En menos de un año, el Partido Comunista Obrero Español y el Partido Comunista Español se fusionaron en un único partido, el Partido Comunista de España, sección española de la Internacional Comunista.

Durante la dictadura de Primo de Rivera, el PCE fue ilegalizado. Pablo Iglesias, como presidente del PSOE firmó un manifiesto del Partido en el que se condenaba la dictadura de Primo de Rivera, pero algunos líderes socialistas, como Largo Caballero eran partidarios de una cierta colaboración con el régimen para que tanto el PSOE como la UGT pudieran seguir trabajando. La postura de este sector era que la instauración de la dictadura de Primo de Rivera, respondía únicamente a luchas entre los propios burgueses y que, puesto que esas luchas no afectaban a los trabajadores, debían mantenerse al margen de ellas. El Colaboracionismo con la dictadura fue un fracaso y el PSOE terminó desvinculándose del régimen y optando por colaborar con los partidos republicanos burgueses para instaurar la II República en España. Esta colaboración se materializó en el Pacto de San Sebastián.

El 14 de Abril de 1931 se proclamó la II República en España. Las masas tomaban las ciudades a gritos de viva la república y, en muchas ocasiones, viva el Partido Socialista. La llegada de la segunda república supuso la legalización del Partido Comunista, y fue la primera vez que el Partido Socialista ganó unas elecciones generales, obteniendo 115 escaños. A pesar de ser la fuerza más votada, el líder del PSOE, Francisco Largo Caballero, rechazó la presidencia del gobierno, que finalmente fue a manos de Manuel Azaña Díaz, de Acción Republicana. El PSOE, no obstante, entró en el gobierno, tomando Largo Caballero la cartera de trabajo, donde implantó la jornada laboral de 8 horas; Indalecio Prieto asumió el ministerio de obras públicas, desde donde trató de llevar a cabo un proceso de modernización de las infraestructuras del país, y Fernando de los Ríos el ministerio de educación.
Largo Caballero
En 1933, la derecha gana las elecciones. En parte por la unidad de los partidos de derechas en torno a la CEDA, frente a la división de las fuerzas izquierdistas, y también debido al abstencionismo predicado por la CNT. En estas elecciones, el PCE obtiene un diputado por primera vez en la historia, en la persona de Cayetano Bolívar Escribano. Durante el llamado bienio derechista o bienio negro, los gobiernos radical-cedistas comenzaron un proceso de contrareforma frente a los avances sociales aprobados en la legislatura anterior. Mientras tanto, la CEDA, afianzaba cada vez más sus relaciones con partidos fascistas tanto del exterior (como el Partido Nacional Fascista, de Italia) como del interior (Falange Española). El temor de la clase trabajadora a que la CEDA intentase suprimir la democracia republicana para imponer una dictadura fascista era, cada vez más, una realidad. El PSOE advierte que si la CEDA entra en el gobierno, los socialistas promoverán una huelga general revolucionaria que defienda a la clase trabajadora del fascismo. La Revolución comienza con un paro en toda España y, posteriormente, se transforma en un proceso revolucionario que tiene como objetivo la toma del poder por parte del Partido Socialista con el fin de implantar un programa de carácter socialista, revolucionario, y marxista. La revolución fue apagada rápidamente en todo el país, salvo en Asturias, donde continuó hasta que fue brutalmente reprimida por el ejército, represión que continuó hasta el triunfo del Frente Popular en 1936. Pero de eso ya hablaremos.

Fue también en esta legislatura, en concreto en 1935, cuando se fundó el Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM). Este partido se constituyó como un partido marxista, que se oponía a la burocratización y falta de libertades propia de la visión estalinista de la Internacional Comunista. En Marzo de 1936, las Juventudes Socialistas Españolas y la Unión de Juventudes Comunistas de España, se fusionan en una única organización, la Juventud Socialista Unificada (JSU), liderada por el militante socialista (aunque por aquel entonces ya había asumido una ideología leninista) Santiago Carrillo.

 

En la siguiente entrega: El Frente Popular, la Guerra Civil, y el Franquismo.

Historia del Socialismo Español (I): Los Orígenes

Este post será el primero de una serie en la que hablaré de la historia del socialismo en España. Hablaremos de los primeros movimientos sociales, el nacimiento del PSOE, la aparición de los partidos comunistas, las actuaciones del PSOE en los gobiernos de la república, así como en la oposición (Revolución d’Ochobre del 34), la llegada de Felipe y comapñía y la consecuente perversión de las siglas del partido de Pablo Iglesias, para acabar hablando de la historia del socialismo (que no el P$O€) actual.

La aparición de las primeras ideas socialistas en España se remonta a la fundación del Partido Demócrata en 1849 como escisión del Partido Progresista. Este partido, de inspiración liberal, progresista, y republicana, bebe directamente de la obra liberal de los pensadores de La Ilustración, rechazando la corrupción del liberalismo que los poderosos habían llevado a cabo. En el Partido Demócrata se puede encontrar por primera vez un programa económico de con influencia socialista, y una base social caracterizada por la fuerte presencia del incipiente movimiento obrero.

Pero el socialismo de clase, no llegó hasta la fundación de la I Internacional (Londres, 1864), cuya llegada a España provocó un debate en el seno de las cortes sobre su legalización. A pesar de la defensa de la legalidad de la I Internacional por parte del Partido Demócrata, ésta fue declarada ilegal y tuvo que pasar a la clandestinidad. En esta primera internacional encontramos ya dos familias: Los partidarios del socialismo científico, y los partidarios del anarquismo. La sección Española de la I Internacional tuvo un carácter más influenciado por el anarquismo que por el socialismo científico. La disputa entre ambos movimientos se zanjó con la expulsión de los anarquistas de la I Internacional. La Primera Internacional se disuelve en 1876, pero asienta las bases del socialismo, y será el germen de la creación de los partidos socialistas y socialdemócratas en toda Europa.

El 2 de Mayo de 1879, Pablo Iglesias funda, con otras 25 personas, el Partido Socialista Obrero Español, en la taberna Casa Labra, en Madrid. Según el propio Pablo Iglesias , "El Partido Socialista es la entera emancipación de la clase trabajadora: es decir, la abolición de todas las clases sociales y su conversión en una sola de trabajadores libres e iguales, honrados e inteligentes." El programa político del PSOE fue aprobado por 40 personas el 2 de Julio de ese mismo año. En 1886, Pablo Iglesias edita el primer ejemplar de El Socialista, órgano de expresión del Partido Socialista Obrero Español, y en 1888 funda la Unión General de Trabajadores. Consigue entonces que el socialismo en España tenga voz y actuación por las dos vías posibles: la política, mediante el PSOE, y la sindical, mediante la UGT.


Foto de Pablo Iglesias

En 1889, se funda la II Internacional, a la que el PSOE se afilia. Esta organización será la unión internacional de los partidos socialistas fundados por todo el mundo, de los cuales el PSOE es el segundo más antiguo, precedido únicamente por el Partido Socialdemócrata Alemán.
En 1890 los socialistas, con Pablo Iglesias a la cabeza, celebraron la primera manifestación del 1º de Mayo, en la que exigían la jornada laboral de 8 horas y el fin del empleo de niños en las actividades laborales. En ese mismo año se lleva a cabo el II congreso del PSOE, en el que definen su posicionamiento político como un partido republicano de corte socialista y obrera, consiguiendo en 1905 tres concejales en el ayuntamiento de Madrid: Pablo Iglesias, Francisco Largo Caballero, y Pablo Ormaecha. Pero no fue hasta 1910 cuando, mediante una alianza con los partidos republicanos que se denominó conjunción republicano-socialista, el PSOE consiguió por primera vez representación en las cortes, en la figura de Pablo Iglesias, que fue reelegido en 1914.

EL Partido Socialista que, desde su nacimiento, adoptó políticas antimilitaristas, fue firme detractor de la Guerra de Marruecos, y apoya las huelgas generales en contra de la guerra, las cuales son fuertemente reprimidas por el ejército, dando lugar a la llamada Semana Trágica de Barcelona. Pablo Iglesias y otros dirigentes socialistas que habían apoyado la huelga son encarcelados.

El 24 de Febrero de 1918, el Partido Socialista obtiene seis diputados a cortes: Pablo Iglesias, Julián Besteiro, Andrés Saborit, Francisco Largo Caballero, Daniel Anguiano, e Indalecio Prieto. Un año después, Pablo Iglesias cesa parcialmente de sus responsabilidades al frente del PSOE a causa de una pulmonía (de la que morirá el 9 de Diciembre de 1925), adquiriendo entonces gran relevancia en la dirección del partido Julián Besteiro, Indalecio Prieto, y Largo Caballero.